Francisco I que trata a Leonardo con honores, le nombra “Primer pintor, arquitecto e ingeniero del Rey”. Pone a su disposición su mansión, le concede una pensión principesca de 700 escudos de oro al año y le paga sus obras, pidiendo solo a cambio el placer de oirle conversar, placer del que disfrutaba casi a diario. Rodeado del afecto ferviente del rey y del de su hermana Margarita de Navarra, Leonardo tiene libertad para soñar, pensar y trabajar. Fue en esta casa donde Leonardo Da Vinci vivió feliz los tres últimos años de su vida pintando y trabajando en sus múltiples pasiones. Leonardo trabajaba como ingeniero, arquitecto y escenógrafo, organizando maravillosas fiestas para la Corte. Inspira en torno a él, el pensamiento y la moda. Tras haber escrito que “Ningún ser va a la nada” y al considerar “la certeza de su muerte y la incertidumbre de su hora”, hizo testamento y encomendó su alma a Dios, “Soberano Maestro y Señor”. El dos de mayo de 1519 entregó su alma. Se dice que lloró en su lecho de muerte por haber ofendido al Creador y a los hombres de este mundo al no haber trabajado en su arte como era preciso. Tal y como escribió Francesco Melzi, el Discípulo preferido de Leonardo en su carta de junio de 1519 a los hermanos de Leonardo; “Dejó este mundo bien preparado y habiendo recibido los santos sacramentos”.
La Galería:
En la Edad Media, Estienne Leloup, baile de Louis XI, instala en este camino de ronda un pequeño cañón, llamado “culebrina”, para mantener a raya al pueblo de Amboise.
La habitación de Leonardo Da Vinci:
En esta habitación, Leonardo Da Vinci vivó los tres últimos años de su vida. En ella, Leonardo redactó su testamento el 23 de abril de 1519, con el que dejaba sus manuscritos, cuadernos de dibujo y croquis a su Discípulo predilecto, Francesco Melzi. También en ella el 2 de mayo de 1519, murió a la edad de 67 años, tras haber recibido los santos sacramentos. El anciano conocía finalmente la plenitud de la luz y pasaba a presencia del “Artífici de tantas maravillas”.
El gabinete de trabajo de Leonardo Da Vinci:
Un gran número de sus manuscritos que datan de 1517 y se recogen en el Codex Atlanticus llevan la mención “en el palacio del Clos de Amboise”. Trabajaba para el rey como ingeniero y arquitecto. Trazó los planos de un castillo modelo para Francisco I, con telefonía , paseo con fuentes, embarcadero y pertas que se cerraban solas.
Trazó los planos del castillo de Romorantin, estableció el proyecto de saneamiento de la región de Sologne y diseñó casas desmontables para la Corte, siempre itinerante.
La cámara de Margarita de Navarra:
Margarita de Navarra (1492-1549), hermana mayor de Francisco I. Ella y su hermano Francisco de Angulema, pasaron parte de su juventud en el Clos Lucé, donde los educó su madre Luisa de Savoya. Margarita de Navarra es célebre por su encanto, su agudeza, su espiritualidad y su cultura. Muy implicada en el mundo del conocimiento científico, literario y religioso de su tiempo, protegió a Clement Marot y a Pierre de Ronsard.
Los salones estilo siglo XVIII:
En el siglo XVIII, el castillo de Clos Lucé pertenecía a la familia de Amboise. Durante la revolución, Henri-Michel de Amboise salvó su casa del pillaje y de la destrucción apelando hábilmente a los Derechos Humanos. Estos salones siguen conservando actualmente la delicada elegancia del siglo XVIII.
Estas estancias, impregnadas de luz sirvieron de taller a Leonardo Da Vinci que terminó en ellas su San Juan Bautista.
La gran sala renacentista:
Se trata del salón de recepción de Leonardo Da Vinci. En él recibía a Francisco I, a los grandes del reino, a los embajadores, y a los artistas que lo visitaban. Los artesanos de Bellas Artes que trabajan la madera, la piedra y el vidrio con los mismos métodos de sus antepasados, encuentran aquí la típica decoración del siglo XV. La cátedra, los baúles y tapices, son realmente los que conocieron los habitantes de esta casa.
La cocina de Leonardo Da Vinci:
La sala de las máquetas:
Las cuatro salas del sótano están dedicadas a los inventos de Leonardo Da Vinci.
El Parque:
En el parque encontramos, siguiendo un itinerario, los inventos de Leonardo a tamaño natural y podemos interactuar con ellos de forma que podemos ver como funcionan.
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